En el siglo V d.C., el Imperio romano se desmorona. En Britania quedan los últimos servidores leales de Roma, pero los pueblos celtas locales ya rivalizan entre sí y los recién llegados, los sajones, que huyen de Germania. Todos ellos pelearán en guerras fratricidas. Y en medio del caos, Myrddion, un joven con un don innato para la profecía, presiente que ante él se abre un gran destino.