En este espacio, hicimos dinámicas que nos ayudaron a pensar en la convivencia y la resolución de los conflictos. Realizamos actividades en grupos y armamos una divertida cinchada, donde madres e hijos compitieron y todos reflexionamos sobre la mejor manera de comunicarnos y lograr acuerdos.

Elena nos contó su experiencia en el taller: “Me gustó este momento que compartimos con los chicos porque aprendimos a conocernos un poco más, ellos tuvieron la libertad de expresarse, de decirnos los que a ellos les molesta. Es una experiencia única estar con tu familia. Compartimos grupos y ellos nos dijeron cosas a todas las mamás. A veces nosotras no tenemos el momento para escucharlos…o no nos damos ese momento de escucharlos y de entenderlos. Me parece que esta experiencia fue linda para nosotras como mamás y para ellos como chicos. La verdad es que a mí me sirvió un montón”.

“Aprendí a reflexionar y a ponerme en el lugar de mi mamá”, expresó una de las chicas presentes con respecto al encuentro.

¡Mes a mes, seguimos educando junto a la familia!