Finalmente llegó sábado 2 de septiembre y las 41 gimnastas se encontraron en el gimnasio Elite Pilar para pasar un fin de semana de convivencia y a todo entrenamiento de la mano del equipo de entrenadores coordinado por Ornella Bilanceri y con la presencia de la gimnasta olímpica y coordinadora general de la actividad en el Club, Romina Plataroti.

Las chicas llegaron después del almuerzo, con todas las pilas para entrenar. La primera jornada se dividió en un “doble turno” que comenzó a las 14:30 hs, luego se realizó un descanso para hidratarse y tomar el té, para seguir con las prácticas hasta las 21 hs. Después de tanto ejercicio, la mano maestra en la parrilla de Gonzalo Rovira permitió alimentar a todas las chicas, que comieron y terminaron muertas después de casi 8 horas de intenso entrenamiento.

Pero el domingo no fue un día cualquiera. Las gimnastas se levantaron temprano, desayunaron y a las 9 menos cuarto estaban listas para continuar las prácticas. Otra vez un fuerte entrenamiento, en doble turno, para terminar a las 17 hs con una experiencia inolvidable.

Las chicas super agradecidas por la posibilidad de entrenar en un gimnasio de las características del que se visitó y los padres más agradecidos ya que las gimnastas solo tenían una sonrisa en la cara por la inolvidable experiencia que vivieron y por los lazos de amistad que siguen construyendo y se hacen cada vez más sólidos entre ellas.

Todas salieron con la idea de llegar a sus casas para descansar... ¡aunque fueron pocas las que llegaron despiertas! 

Un punto altísimo del fin de semana fue la exhibición realizada por los entrenadores, quienes en algunos casos hacía más de una década que no hacían este tipo de ejercicios y piruetas. Sin embargo, como dicen los entendidos “el cuerpo tiene memoria” y se acuerda de todo lo que supieron aprender y entrenar en años anteriores.

Por último, es importante agradecer la participación de Corina Traverso, que se quedó a dormir con las gimnastas el sábado a la noche; Mariu Piaggio, que participó en la puesta a punto del gimnasio y de Jose Madariaga, que se ocupó de que todo se desarrollara dentro de los carriles normales y no hubiera ningún imprevisto. De nuevo, gracias a todos los que hicieron posible esta primera clínica y convivencia ya que no va a ser la última.