Al principio del año, cuando nos juntamos para los primeros entrenamientos y partidos, sólo eramos un grupo de jugadoras. Cada una con sus diferencias. Sentíamos poca relació y más que nada nos unía las ganas de jugar al hockey.

Después de las primeras fechas de torneo, donde no tuvimos tan buenos resultados, nos planteamos que cada una era buena individualmente pero que si no mejorábamos la comunicación, dentro y fuera de la cancha, y no nos decidíamos a poner primero al equipo sobre las individualidades, no íbamos a llegar a donde queríamos.

Así que decidimos todas juntas empujar para el mismo lado. Nos organizamos para hacer una concentración en la “residencia-hotel Carabassa”. Ese viernes comimos todas juntas y pudimos empezar a conectarnos como un equipo además de ir afianzando los vínculos. Hablamos de cómo nos sentíamos cada una en este grupo tanto dentro como fuera de la cancha. Y esa noche, después de reírnos hasta llorar mientras intentábamos llevar algún ritmo con Karaoke y al salir a la mañana, todas juntas al club, notamos cómo pasamos a sentir diferente... La que antes era sólo una compañera, ahora era una amiga. Ese cambio de actitud se sintió ese mismo Sábado, en el partido vs. Monte Grande.

A la semana siguiente tuvimos una nueva prueba como equipo: Luli Recondo decidió dejar de jugar y esto nos volvió a movilizar. Perder a una de nosotras, implicaba volver a rearmarnos y por el cariño que le tenemos, sentimos mucho su falta. Sin embargo, ésto fue motivo para unirnos más.

A partir de ahí, nos volvimos imparables…fuera y dentro de la cancha!!!! ...

Nuestra capitana, Magui Rotondaro, nos desafió a tener que dejar todos sus ahorros en el Kiosko comprándole un chocolate la que metiera gol en los partidos… Imagínense la cantidad de chocolates que viene comprando.!!! 

No sólo buscamos motivarnos con esos premios sino compartir tiempo fuera de la cancha. Las que pueden después de los partidos, se quedan en el club a almorzar juntas. Nos reunimos en la tribuna a alentar hockey y también rugby ….Apoyamos todos los deportes de nuestro club, especialmente los que nos integran con otros “socios”. También fuimos al Cenard  a ver jugar a nuestro entrenador Mateo Merlini, sin dejar de gritarle también a Mauri Tanzi, el mejor payaso de los fogones de las giras.

Tenemos por costumbre costumbre llevar un parlante y poner música para entrenar y en la entrada en calor previa a los partidos. Tenemos nuestros códigos, frases, gestos, que sólo nosotras entendemos.

Ahora nos decimos que no sólo somos un equipo sino “una familia muy unida…y normal”.

La7B-2017: Munch, Cata, Titi, Maggie, Palo, Fati, Clari, Clota, Luli, Tate, Lupi, Emi, July y Manu