Experiencia del primer cubanito que hace uso del Acuerdo de Reciprocidad con el Manhattan Yacht Club

Walter Arrinda fue el primer consocio en aprovechar este acuerdo.

Nuestro consocio Walter Arrinda fue, hasta donde sabemos, el primero en hacer uso del acuerdo de reciprocidad con el Manhattan Yacht Club y nos cuenta su experiencia:


Hace muchos años atras, cuando tome el curso de timonel en el C.U.B.A. tuve que de viajar por trabajo a Nueva York. Durante esos fines de semana en los uno se hace un tiempo, pude recorrer la gran manzana y llegue al Manhattan Yacht Club casi de casualidad. En aquel entonces su embarcadero estaba en Wall Street. Estando yo con toda la energia y entusiasmo del curso, recuerdo que saque muchas fotos de su flota de J24 y soñe con algun dia mavegar en las aguas del Hudson. Sinceramente nunca pense que ese sueño se haria realidad.

Hace unas semanas atras cuando estaba coordinando un viaje de negocios a NY, unos minutos antes de sacar el ticket de avion, recibo la carta de nuestro Comodoro anunciando el nuevo acuerdo de reciprocidad entre nuestro querido club y el MYC. Inmediatamente me puse en contacto con el MYC, envie mi carta de presentacion como lo requeria el proceso de reciprocidad y con la coordinacion de los comodoros de ambos clubs y con la ayuda de Lisa Bowers, fui invitado a navegar con Sonya Mesommonta, miembro con categoria de Skipper, con basta experiencia de navegacion, experta en tactica de regatas y entrenadora de aspirantes a skippers.

 



La coordinacion con Sonya fue por e-mail y Whatsapp y Sonya nos ofrecio gentilmente encontranos en el 13th Path station que estaba muy cerca de nuestro hotel y desde alli fuimos directo a la Grove Station en New Jersey, donde se encuentra actualmente la sede del club. Yo era el unico miembro del CUBA, pero solicite si 2 de mis colegas, sin ninguna experiencia nautica, podrian participar, ya que ellos ya habian visitado NY varias veces y esto era una experiencia nueva para ellos. Sonya y Lisa aceptaron gentilmente, asi que con Sonya como Skipper y yo como tripulante con experiencia, la salida se convirtio casi es una clase de navegacion para los flamantes y avezados tripulantes.

Armamos el barco rapidamente, coloque el Foque y me quede en proa para la maniobra de salida de puerto y rapidamente soltamos amarras, Sonya con mucho talento y claridad, daba las intruccciones en ingles. Salimos a motor por la fuerte corriente y ni bien salimos al Hudson, subimos mayor y vela de proa. Lo primero que uno ve es la isla de Manhattan, el Liberty Tower y todo Wall Street, es realmente impactante, teniamos corriente en contra y viento de facha. Se suponia que no iba a soplar, pero tuvimos 16 nudos con rachas donde rotaba y subia de intensidad. Fuimos subiendo poco a poco, alejandonos del sur de Manhattan, hasta que llegamos a la estatua de la libertad. Ya estaba timonenado yo, y no lo podia creer. Por dos razones, la primera porque, si bien habia visitado varias veces NY, nunca habia visitado la estatua y por otro lado, porque lo estaba haciendo desde un barco a vela, haciendo lo que mas me gusta, que es navegar. No importa el borde o direccion, el paisaje era increible, de pelicula. Luego de pasar la estatua seguimos tirando bordes y llegamos hasta la desembocadura del East River, donde la corriente es aun mas fuerte, y seguimos un poco mas con proa al Verrazano Narrows Bridge. Este es el limite de navegacion que tienen los barcos del MYC. El viento comenzo a aflojar cerca de las 15hs, hora en la que emprendimos el regreso, con viento en popa y enfilando todo el tiempo hacia el Liberty Tower. Es raro decirlo e increible vivirlo. 

Si quiero mencionar que el trafico es muy intenso, y no me quedo corto, se puede ver todo tipo de emnbarcaciones y hay que estar con los ojos bien abiertos, porque hay Taxis de alta velocidad y lanchas de excursion (la Shark y la Beast), que pasan cerca de uno a toda velocidad y haciendo olas, hay cruceros de pasajeros transatlanticos, Ferries con varias rutas de navegacion, impresionantes veleros y cruceros, ademas de motos de agua por todos lados. Sonya estuvo dando una clase de navegacion y fue tan buena, que mis colegas aptrendieron a "tack, gibe, lookout, steer, pull, etc", y ellos lo hicieron realmente bien. 

Como cereza de la torta, teniamos unas camaras de fotos muy buenas que nos dejaron recuerdos imborrables de esta derrota. 

Luego de amarrar, Sonya nos dijo, "lets go for some drinks". Ni bien llegamos al bar, enfrente de la marina del club, nos presentaron a varios miembros del MYC, todos fueron muy amables y pudimos charlar e intercambiar experiencias nauticas. Ellos se mostraron muy interesados en nuestro Club. Luego, Sonya nos ofrecio ir al Honorable William Wall, su club House flotante. No tuvimos que pagar por el trato de reciprocidad, pero cualquier persona que quiera ir, debe abonar cerca de 20 dolares para llegar hasta alli, ya que el club house esta ahora abiero al publico en general. Nos despedimos de Sonya y los demas miembros y nos fuimos en una lancha hacia el club house, que esta fondeado dentro de la bahia al norte de Ellis Island. La vista es increible, las mejores fotos de Manhattan las sacamos desde ahi y cerca de anochecer nos volvimos a New Jersey y de ahi, de vuelta a Manhattan. 

Lo unico que uno podria decir es que fue corto... lo bueno viene en frasco chico... Esperare al proximo viaje para probar mas. Luego de una semana intensa de trabajo, navegar es el mejor plan que uno puede tener. 

Sin duda, quede con muchas ganas de recibir a Sonya o cualquier miembro del MYC y llevarlos a navegar por nuestro Rio de la Plata.

Agradezco al CUBA, al Comodoro y a todos los que hicieron posible este acuerdo, que es realmente un privilegio.

Walter Arrinda.

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