Fue una linda tarde de sábado en el barrio de Tortuguitas con un espectacular partido de rugby contra un club con mucha historia, Alumni. Como se esperaba, el partido fue ajustado, contra un equipo que, tanto como nosotros, luchó por cada punto. Pero en los últimos minutos, gracias a la madurez y buen juego, logramos llevarnos una victoria muy importante.

Desde la previa, la cancha y el vestuario estaban llenos de emoción y expectativa. El sol nos regalaba una tarde ideal y las hinchadas llenaban las tribunas de color con banderas, trompetas y cantos, alentando a sus clubes con entusiasmo. Con el equipo, entramos a la cancha con determinación, dispuestos a dejar todo.

El partido fue un intenso intercambio de golpes. Tanto nosotros como ellos demostramos gran nivel y entrega, con fuertes contactos, juego frontal de forwards y juego desplegado de backs. Hasta el entretiempo el marcador iba y venía, sin que ninguno de los dos equipos pudiera tomar mucha ventaja.

Ya en el segundo tiempo, a medida que los minutos pasaban, al igual que el cansancio y el desgaste, la tensión aumentaba. Sabíamos que los minutos finales iban a ser decisivos. Fue en ese momento cuando juntamos al equipo en un tiempo muerto del partido, nos miramos las caras y con determinación tomamos la decisión de salir a dar todo y un poco más. Así es como con mucha entrega fuimos a buscar la victoria, apoyándonos en nuestras fortalezas.

Con jugadas ajustadas y confianza, logramos meter un try cerca del final del partido gracias a una de nuestras armas, el line y maul. La hinchada cubana explotó de alegría y alentó con euforia al equipo, dándonos un empujón clave para seguir defendiendo los puntos. Fue una victoria muy ansiada, fruto del esfuerzo, sólida defensa y mentalidad ganadora.

Al final del partido, nos saludamos con respeto con los jugadores y entrenadores de Alumni y, pesar de la intensidad del partido, disfrutamos un buen tercer tiempo. Con buena comida y un buen show de stand up, compartimos risas y lindos momentos coronando un lindo día.

Esa tarde de sábado en el barrio de Tortuguitas nos quedará marcada en la memoria de los jugadores, entrenadores y fanáticos del club. Como equipo demostramos que, con determinación, trabajo en equipo y buena preparación se pueden obtener grandes victorias.

Marcos Herrero Anzorena