En su 6ta edición, se volvió a contar con dos distancias (long y short) y modalidad individual o por parejas.

Esta competición no es simplemente un Tetratlón; es un viaje que trasciende los límites del cuerpo y el espíritu. Es un reto que desafía lo ordinario, que va más allá de los 1,6 km de nado en aguas abiertas (800mts versión short), los 3 km de kayak (1.5km versión short), los casi 22 km de bicicleta y los más de 8 km de trekking. Este evento es un testimonio de la fuerza del trabajo en equipo y la camaradería.

Desde el primer día, el Refugio abrazó a los competidores con su cálida hospitalidad. Experimentados, veteranos y novatos se unieron para formar un grupo extraordinario, lleno de sonrisas, anécdotas y solidaridad. A pesar de los desafíos climáticos y las incertidumbres, todos se mantuvieron firmes, listos para enfrentar lo que el destino les deparaba.

La mañana del sábado, con un arco iris como bendición, los 164 valientes competidores se prepararon para la aventura que les aguardaba en el Lago Moreno. Aunque el clima inicialmente parecía adverso, el sol se abrió paso, regalando una jornada perfecta para la carrera.

A medida que avanzaba la competición, los nervios se disipaban, dejando lugar a la pura emoción de nadar, remar, pedalear y correr hacia la meta.

Cada corredor que cruzaba la línea de llegada era recibido con un pasillo de admiradores, reflejando meses de dedicación y esfuerzo. Este fin de semana único no solo dejó huellas en el terreno, sino también en los corazones de quienes participaron. Es un recordatorio de que, con determinación y compañerismo, no hay obstáculo que no se pueda superar.

¡Felicidades a todos los participantes por lograrlo! Su dedicación y esfuerzo son un ejemplo. Que este logro los inspire a seguir desafiando los límites y alcanzando nuevas alturas en todas las aventuras futuras.

Nico Cermesoni, uno de los pioneros e ideólogos del Desafío, nos regaló unas lindas palabras que resumen muy bien lo vivido en estos días y meses de preparación:

Unas reflexiones desde el avión. Una vez más vuelvo de nuestra Sede Catedral con lágrimas en los ojos, el pecho inflado con los colores del mejor Club del mundo, nuevos conocidos que serán tal vez amigos, sonrisas y/o llantos de emoción de la llegada a la meta. Esa particular manera de sentir el deporte, aquellos que estamos más viejitos, que ya no tiene que ver con el resultado del crono, sino con lo profundo, vivencial, formativo, emocional, sentimental, pasional, visceral. Esa sensación que nuestro ser, nuestra esencia pasa por el deporte, somos deporte, respiramos deporte en el sentido amplio, mucho más allá de un resultado. Hacia allá vamos, en eso estamos, con el paso de los años así va mutando la cosa. Hasta los proveedores vienen felices de darnos servicio por la onda que nuestro evento genera. Mantengamos este rito, esta forma de hacerlo, y contagiemos a nuevos participantes para que nadie se lo pierda ¡Salud para todos!

Para cerrar, palabras de vivencias de competidores:

“¡Excelente experiencia! Una vez más disfruté mucho. El Desafío debe ser la única carrera en la Argentina (y tal vez en el mundo) que podés convivir con tus compañeros del Club durante 3, 4 días ¡Que no se corte!”

“Me vuelvo a ir, por segunda vez consecutiva, con una sonrisa dibujada, y con el mejor de los recuerdos. Gracias a todos mis compañeros, la camaradería y buena energía se siente en el ambiente”

“Otro Desafío celebrando la felicidad de compartir estos tres dias de deporte, amistad y camaradería dando cada uno nuestra mejor versión y desafiándonos en una gran prueba multideporte”

“GRANDIOSA experiencia deportiva que atravesó mi cuerpo y corazón. ¡Lo disfruté en grande!”

“¡Qué buen fin de semana pasamos! Como primerizo me vuelvo feliz por todo lo vivido, esta experiencia superó ampliamente mis expectativas“

“Nuevamente una gran experiencia, pasan tantas cosas lindas en 4 días que se siente como si hubiera sido más tiempo. Hasta el del 2025”

“Es difícil mirar todas las fotos y videos sin sentir felicidad, orgullo. Un logro así compartido con familia y amigos contagia motivación y ganas para seguir construyendo más desafíos y nuevos objetivos en mi caso”

“Fue un fin de semana inolvidable, de mucho deporte, amistad... de los que te hacen reflexionar sobre la vida! Correr y participar con mi mujer fue la mejor decisión que podía haber tomado”

“Me anoté en el long y era mi primer Desafío. El primer entrenamiento en la pileta creí que moría ahogada, pero de a poco lo fui logrando. Desde ese momento hasta hoy que no puedo creer que ya lo hice, fue todo perfecto"

“Los entrenamientos, la motivación, las personas que conocí en el proceso, las que conocí allá, las prácticas de yoga, los escones, los voluntarios, la llegada, el domingo en el deck con ese solazo. etc etc etc. Alguien dijo que es el mejor Club del país, para mí es el mejor del universo, lejos”

Esta edición contó con 164 competidores en la línea de partida (y de llegada), los cuales 5 eran invitados de clubes amigos como CAB, NADAAR, Pehuenes y Club de Corredores.

Y como sorpresa, este año, los participantes contaron con una nueva actividad: dos clases de yoga pensadas para la competencia, una el día previo y otra al siguiente.

¡FELICITACIONES A TODOS!

Gracias CUBA por hacerlo posible.

Agradecimientos:

A todos los voluntarios que la “rompieron toda”, los que vinieron solo para acompañar y ayudar, los hijos, los padres, los fotógrafos, los que ponen el hombro y creen en la autogestión como pilar de este Club.

A los clubes amigos como el CAB, el CAS y NADAAR que prestaron apoyo y predisposición para este Desafío.

Al inefable Iván Bonacalza, motor de todo esto.

A Ernesto Cingolani y Silvina Amarillo del CAS y Martin Lema de BASE 41.

Al concesionario de CUBA, la familia Mavric por la hospitalidad recibida.

A los proveedores de las bicicletas, de los kayacs, los guardavidas, los cronometristas, los choferes de los transportes y los paramédicos por poner todo de su parte para que salga bien.

Y como todos los años, esta competencia fue habilitada por los órganos de gobierno competentes.